La subdivisión y regularización de terrenos son procesos legales y técnicos que implican dividir un terreno grande en parcelas más pequeñas y asegurar que estas parcelas cumplan con las regulaciones y normativas locales. Aquí hay una descripción básica de cada proceso:
1. Subdivisión de terrenos: La subdivisión implica dividir un terreno grande en parcelas más pequeñas. Este proceso puede ser necesario para diversos propósitos, como el desarrollo urbano, la venta de parcelas individuales o la herencia de la propiedad entre múltiples propietarios. La subdivisión debe realizarse cumpliendo con las leyes y regulaciones locales, que pueden incluir requisitos relacionados con el tamaño mínimo de las parcelas, los servicios públicos como el agua y el alcantarillado, los accesos viales, las zonas de conservación ambiental, entre otros.
2. Regularización de terrenos: La regularización se refiere a legalizar las divisiones existentes que no cumplen con las regulaciones vigentes. Esto puede ser necesario cuando las divisiones de terreno se hicieron sin los permisos adecuados o no cumplieron con los requisitos legales en el momento de la subdivisión. La regularización implica obtener los permisos necesarios y llevar a cabo las acciones requeridas para ajustar la división del terreno a las normativas actuales. Ambos procesos pueden implicar una serie de pasos, que pueden incluir la presentación de planos ante las autoridades locales, la obtención de permisos y autorizaciones, la realización de obras de infraestructura, como la construcción de calles o la instalación de servicios públicos, y el pago de tasas y aranceles.Es importante consultar con profesionales especializados, como ingenieros civiles, arquitectos o abogados especializados en derecho inmobiliario, para llevar a cabo estos procesos de manera adecuada y cumplir con todas las regulaciones locales.